1982: La nacionalización de la banca en México
El 1 de septiembre de 1982, el entonces presidente José López Portillo anunció sorpresivamente un paquete de medidas económicas entre
las que se incluía la nacionalización de los bancos, medidas sobre el
control del tipo de cambio y la descentralización del Banco de México. Con ello empezó la década perdida de América Latina y el Caribe,
En el caso mexicano no se efectuó una política de controles sobre el tipo de cambio y lo poco que había fue derogado por Miguel de la Madrid y Carlos Salinas quien volvió a entregar en su sexenio el sector bancario a empresarios nacionales y extranjeros.
La nacionalización de la banca fue una medida que se tomó en el marco de la crisis de 1982. En el verano del año previo, el precio internacional del petróleo, del que dependía fuertemente la economía mexicana, descendió cuatro dólares por barril.
Esto afectó a nivel internacional y al sistema financiero mexicano como uno de los principales receptores de “petrodólares”.
En México los problemas bancarios obligaron a hacer ajustes en las finanzas nacionales. El aumento en las tasas de interés internacionales provocaron también una disminución de los ingresos por exportaciones y un aumento en el costo del servicio de la deuda externa que se pagaba, complicando aún más las finanzas.
En febrero de 1982, la devaluación del peso llegó al 70%. Los responsables de la economía no hicieron caso de las advertencias previas en el contexto internacional y no se tomaron medidas pertinentes, lo que condujo a que en abril de 1982 se anunciara un muy fuerte ajuste en las finanzas públicas.
Después de las elecciones la inflación despegó, sobre todo en bienes y servicios básicos para la población. La crisis marcó profundamente la transición de poderes en aquél sexenio, entre José López Portillo y Miguel de la Madrid.
Aquí surgió una de las frases más épicas del Portillismo y fue: "Ya nos han saqueado, no nos volveran a saquear" y luego llegó la hiperinflación. Es cierto que no sólo fue culpa de México ya que pegó a toda América Latina pero claro que México y todos tienen parte de la culpa. Que en "Consenso de Washington" no ayudó en demasía es cierto pero quitarle la responsabilidad sería tratar de tapar el sol con un sólo dedo.
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